Propaganda de “La Familia Michoacana”.

Los ataques que lanzó “La Familia” durante cinco días consecutivos, en julio del 2009 contra instalaciones de la Policía Federal en ocho municipios del estado, matando a una veintena de federales, más que mostrar desesperación, indican que sus integrantes no temen a las fuerzas federales.

Una semana antes del cambio de gobierno, el 22 de noviembre de 2006, utilizando la propaganda y la contrapropaganda, se dan a conocer a través de dos desplegados de prensa, valiéndose de una de las estrategias militares más efectivas. Los integrantes del “nuevo” grupo se presentaron como “trabajadores masivos de Tierra Caliente” y desde entonces dijeron que su “misión” era “poner orden” en el estado: erradicar la venta de la droga sintética ice, la extorsión y los asesinatos por encargo.

“La Familia” aprendió de Los Zetas no sólo las técnicas en el uso de armas y artefactos de uso individual, sino también el valor de la explotación del terror y la idea de contar con una base social.

Ha sido capaz de generar una estrategia de información y contrainformación, porque mientras en unos mensajes respalda a algunas autoridades en otras demuestra su inconformismo, como se pudo ver en los mensajes que dio televisivamente el 15 de julio del 2009 donde Servando Gómez Martínez, La Tuta, quien es operador del grupo en Apatzingán, Arteaga y Lázaro Cárdenas llamó a la empresa local CB Televisión para decir que su conflicto es con Genaro García Luna, secretario federal de Seguridad Pública, y con el entonces procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, pero que su organización respeta al Ejército.

La organización se identifica porque en sus discursos como una forma de propaganda es de corte religioso, de autodefensa social, prometiendo seguridad para sus familias y erradicar del estado a secuestradores, ladrones, violadores y narcomenudistas, con la idea de provocar vacíos de autoridad y aprovecharse de los que ya dejó el Estado.