lunes, 14 de junio de 2010

Video de Ricardo Ravelo. El narcotráfico en el presente.


En exclusiva Ricardo Ravelo, periodistas y especialistas en temas de narcotráfico y delincuencia organizada nos habla sobre el cambio de poder del PRI al PAN. Cuando se da este cambio “Ya no hay una cabeza visible que pueda tener un control absoluto de las decisiones y negociaciones, entonces viene la etapa de alternancia que es la que estamos viviendo hasta ahora, muy difícil porque priva el caos en la esfera política, priva el desorden y por lo tanto este desorden que se da en campo político también se refleja en el campo del crimen organizado”. Por esta razón el narcotráfico ha viniendo cambiando sus estrategias y tiene la necesidad de cambiar sus pactos para poder sobrevivir. Asimismo comenta que la “Estructura horizontal” de los cárteles de la droga les permite cubrir mayor territorio, a diferencia de cómo se utilizaba antiguamente “Piramidal” donde solo existía un jefe y a la muerte, detención o extradición de este comenzaban las disputas y asesinatos por el control del cártel.

El especialista en estos temas nos comenta que desde el año 2000 a la fecha se ha visto como las células del narcotráfico comenzaron a posicionarse en territorios locales, municipales, en la esfera estatal llegando atreves de negociaciones a la clase política de la entidad. “Al narcotráfico no le importa las esferas políticas, lo mismo puede negociar con alcaldes panistas, que gobernadores priistas, que con otro tipo de funcionario elección popular que sean de cualquier otra sigla, lo que importa es que el negocio esté a salvo. Entonces por eso se dice con alguna frecuencia que los hombres del narcotráfico entendieron mejor el juego de la alternancia que los propios políticos”.

La policía también ha sido parte fundamental en las estructuras de los carteles es por eso que “el gobierno no tiene ninguna posibilidad de momento de poder contar con un instrumento policiaco eficaz para poder enfrentar al crimen organizado”. “Le ha robado potestad al estado”, menciona con cierta tristeza el autor de “Los Capos”.

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